Todo sobre la migraña

Este es el segundo articulo que gano en una encuesta que hice en mi Google personal, el cual debían elegir 2 de 4 enfermedades.

El primer articulo lo compartí ayer sobre la obesidad y el sobrepeso.

Ahora es el turno del segundo articulo, sobre la migraña.

¿QUE ES LA MIGRAÑA?

Una migraña es un dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos.

El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales. Aunque la migraña puede iniciarse a cualquier edad, generalmente empieza en personas entre 10 y 30 años de edad. A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en varones.

Si se tiene en cuenta que más del 50 por ciento de las personas con migraña tienen familiares que también la padecen, es de suponer que la tendencia puede estar transmitida genéticamente. En general, el dolor de la migraña es más grave que las cefaleas tensionales.


CAUSAS
 Las causas exactas de las migrañas se desconocen, aunque se han estudiado varias teorías. Actualmente se cree que la migraña es un trastorno constitucional con base genética. Las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada personas, pero las más frecuentes son:

  Herencia:
 Aunque la forma de herencia no está totalmente establecida, en algunas formas especiales de migraña ya se ha identificado el gen que la transmite situado en el cromosoma 9.

  Edad:
En la infancia la migraña se presenta por igual en niños y niñas. A partir de la pubertad y debido a los cambios hormonales, se dispara la incidencia de migraña en las mujeres.

  Estrés y ansiedad:
Es necesario aprender a relajarse, buscar alguna distracción en momentos estresantes.

  Hormonas:
Lo más frecuente es padecer una o dos crisis al mes, fundamentalmente en la época de primavera y otoño, y éstas pueden llegar a durar de 4 a 72 horas. Además del intenso dolor de cabeza estas dolencias van acompañadas de otros síntomas como náuseas, fotofobia o vómitos. En menor medida pueden provocar irritabilidad, anorexia, vértigos y mareos. La migraña suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales. El embarazo, sin embargo, suele mejorar transitoriamente la migraña y muchas mujeres mejoran extraordinariamente cuando desaparece la menstruación (menopausia).


  Ingestión de alcohol y dieta:
 Algunos alimentos y bebidas pueden desencadenar ataques de migraña. Por ejemplo, el alcohol, especialmente el vino tinto o burdeos; las comidas con glutamato monosódico MSG; productos que contienen tiramina; o las carnes en conserva con nitratos.

  Falta o exceso de sueño:
También puede ser un desencadenante de la migraña.

  Factores medioambientales:
 El tiempo o los cambios de temperatura, las luces deslumbrantes o las fluorescentes, las pantallas de ordenador, los fuertes olores y las elevadas altitudes


Ciertos alimentos pueden desencadenar migrañas.

Los más comunes son:


  1. Chocolate 
  2. Productos lácteos especialmente ciertos quesos
  3. Productos con glutamato monosódico (GMS)
  4. Alimentos que contienen tiramina como el vino rojo, el queso curado, el pescado ahumado, los hígados de pollo, los higos, algunas legumbres 
  5. Frutas (aguacate, banano, frutos cítricos)
  6. Carnes que contengan nitratos (como el tocino, los perros calientes o hot dogs, el salami, las carnes curadas) 
  7. Cebollas Maní y otras nueces y semillas 
  8. Alimentos procesados, fermentados, adobados o marinados

Dolor de cabeza:
 Diferencias entre cefalea y migraña 
 La migraña o hemicránea es una enfermedad muy habitual, de base genética, que suele afectar a entre el 12% y el 16% de la población. Pero, ¿qué diferencia la cefalea de la migraña? La cefalea y la migraña no son lo mismo.

 La cefalea es una molestia que causa dolor de cabeza.

 Existen dos tipos: cefaleas primarias, que tienen numerosas causas; y las cefaleas secundarias que derivan de una enfermedad. Por ejemplo, un tumor cerebral o la enfermedad de Lyme. La migraña y la cefalea tensional, pertenecen al grupo de cefaleas primarias, aunque la migraña suele aparecer junto a náuseas y vómitos. 

En cuanto a éstos, el tipo de dolor es diferente. Mientras la la migraña presenta un dolor pulsátil, la cefalea se caracteriza por un dolor opresivo, como presión en la cabeza. La migraña, además, suele afectar a la mitad de la cabeza, y la cefalea tensional afecta las dos mitades. 

La cefalea puede aparecer por distintas causas: estrés, fatiga, ansiedad, exceso de café o tabaco, y la migraña es genética.

En esta grafica podemos observar como identificar un dolor de cabeza.

CRONIFICACION DE LA MIGRAÑA
Una migraña puede reaparecer de manera crónica si el paciente no toma las medidas adecuadas para contrarrestar sus efectos.

Según la SEN, cerca de un tres por ciento de las personas con migraña pasan de tener una migraña episódica a una crónica cada año, mientras que un seis por ciento pasa de una migraña de baja frecuencia a otra de alta frecuencia.

Algunas de las causas que pueden provocar esta cronificación son las siguientes:

  •   Automedicación. 
  •  Consumo excesivo de analgésicos. 
  •  Falta de diagnóstico y tratamiento. 
  •  Sobrepeso y obesidad. 
  •  Trastornos respiratorios del sueño, como el SAHS (apnea del sueño). 
  •  Depresión, estrés y ansiedad..



TIPOS DE MIGRAÑA(síntomas)
 Existen distintos tipos de migraña y, por tanto, los síntomss y la severidad puede variar de una personas a otra. Conocer exactamente el tipo de migraña es esencial para emplear el tratamiento más efectivo. De hecho, el 60-70% de los pacientes con migraña no son diagnosticados correctamente, debido entre otras cosas a que es complicado conocer de forma objetiva los síntomas que producen y las áreas de la cabeza que quedan afectadas por esa sensación de dolor. Así pues, el diagnóstico correcto determina en gran medida el éxito de la cura. Teniendo en cuenta la clasificación del International Headache Society (ICHD-3), los tipos de migraña son:

 Migraña sin aura (migraña común)
 Este es el tipo de migraña muy común y el más frecuente.

Los síntomas incluyen dolor de cabeza pulsátil de moderado a severo que suele ocurrir sin avisar.

El dolor suele sentirse en solo una parte de la cabeza, y aparece junto a náuseas, confusión, visión borrosa, y excesiva sensibilidad a luz, el ruido y los olores. De algún modo, este tipo de migraña se parece a un dolor de cabeza cuya intensidad es muy alta, es decir, una diferencia cuantitativa con respecto a una cefalea común y corriente con unos pocos síntomas extra, como la sensibilidad a la luz. Los ataques duran de 4 a 72 horas y suelen repetirse un par de veces a la semana. El movimiento corporal hace que los síntomas empeoren.

Migraña con aura 
 También conocida como migraña clásica o migraña complicada, se caracteriza por incluir alteraciones visuales y otros síntomas neurológicos, conocidos como auras, que aparecen de 10 a 60 minutos antes de que se produzca el dolor de cabeza. La persona que lo siente puede perder parcialmente la visión. El aura puede darse sin dolor de cabeza y puede manifestarse en cualquier momento.

Además de las alteraciones visuales, pueden aparecer otros síntomas como: sensación anormal, entumecimiento o debilidad muscular en un lado del cuerpo; una sensación de hormigueo en las manos o la cara; dificultad para hablar y confusión.

 Asimismo, las náuseas, la pérdida de apetito y una mayor sensibilidad a la luz, el sonido o el ruido pueden preceder al dolor de cabeza.

Migraña sin dolor de cabeza 
 Como su nombre indica, este tipo de migraña no presenta dolor de cabeza, pero sí problemas de visión y otra sintomatología asociada al aura. Además, puede aparecer con dolor de barriga, nauseas o vómitos. Algunos expertos sugieren que la fiebre, el mareo o el dolor sin explicación en una parte del cuerpo también pueden ser consecuencia de este tipo de migraña.

 Migraña basilar 
 La migraña basilar afecta principalmente a niños y adolescentes, e incluye síntomas de la migraña con aura que se originan en el tronco encefálico. Sin embargo, los pacientes no presentan debilidad motora. Suele aparecer con más frecuencia en mujeres adolescentes y podría estar asociado a sus ciclos menstruales. Los síntomas incluyen pérdida parcial o total de la visión o visión doble, mareos y pérdida del equilibrio (vértigo), coordinación muscular pobre, zumbido en los oídos (tinnitus) y desmayo. El dolor palpitante puede aparecer repentinamente y se siente en ambos lados de la cabeza, concretamente en la parte posterior.

Migraña hemipléjica
 La migraña hemipléjica es un subtipo de migraña que se presenta con poca frecuencia. Sin embargo, sus síntomas son severos, porque causa parálisis temporal en una parte del cuerpo que puede durar incluso días. Esta parálisis suele emerger antes que el dolor de cabeza. Los síntomas como vértigo, sensación de pinchazo y los problemas de visión, habla o deglución, pueden iniciarse antes del dolor de cabeza y generalmente se detienen poco después. Cuando ocurre en familias, este trastorno se denomina Migraña Hemipléjica Familiar.

 Migraña retinal 
 Este tipo de migraña es poco frecuente y se caracteriza por ataques de pérdida visual o alteraciones en un ojo. Estos ataques, igual que las auras visuales más comunes, vienen precedidos de dolores de cabeza de migraña. Por otro lado, la pérdida visual no puede ser explicada por daños en el ojo o en el nervio óptico.

Migraña crónica 
 Cuando los dolores de cabeza se manifiestan durante 15 o más días al mes, al menos durante tres meses, entonces se diagnostica la migraña crónica.

 La migraña crónica puede ser con o sin aura, y por lo general requiere de medicamentos preventivos. Asimismo, es necesario llevar a cabo comportamientos para controlar la aparición de los síntomas, pues la migraña crónica puede llegar a ser incapacitante. Tras consumir los fármacos, casi un 50% de los pacientes sigue teniendo migraña, pero esta vez episódica.


DIAGNOSTICO
El diagnóstico, como en la mayoría de las cefaleas primarias, se basa en los síntomas que presenta el paciente que acude a la consulta.

Como no existen procedimientos de imagen ni parámetros que puedan verse en un análisis, sólo es necesaria una cuidadosa observación por parte del profesional de atención primaria y la elaboración de una historia clínica detallada.

 Se deben cumplir los siguientes requisitos para definir o diagnosticar la migraña:


  1.  Episodios de dolor de cabeza de intensidad moderada, hemicraneal, en forma de latido o pulsátil. 
  2. Se acompaña de nauseas o vómitos, y de rechazo a la luz y al ruido por agravar los síntomas. 
  3. Duración entre 4 y 72 horas, siendo repetidos los episodios durante meses. 
  4. No existir otras causas de cefalea.

La información que el paciente facilita al médico acerca de sus cefaleas y su evolución, así como de los factores que la mejoran o empeoran, pueden orientar el diagnóstico de la migraña.


PREVENCIÓN
El paciente migrañoso debe tomar a diario el tratamiento preventivo, si el médico así lo ha recetado. Hay ciertos factores que pueden desencadenar la migraña. Es recomendable conocer los que más afectan al paciente y evitarlos.

 El objetivo de iniciar una serie de medidas preventivas es reducir la frecuencia de los ataques de migraña y su intensidad, evitar las bajas laborales e inconvenientes sociales y personales y mejorar la vida de estas personas:

 Es importante controlar los horarios de comidas y de sueño, ya que las alteraciones de los mismos pueden producir ataques de migraña. 


  1. El estrés desencadena la migraña, por lo que se aconseja evitarlo, en la medida de lo posible. 
  2. Se debe intentar no tomar cafeína, alcohol y realizar una actividad física regular. 
  3. En el caso de que existieran concomitantemente patologías como la ansiedad o la depresión, deben tratarse convenientemente. En caso de que aparezca el ataque, se debe tomar la medicación lo antes posible. Es preferible tomarla pronto y controlar la intensidad del ataque, antes que esperar a que aparezca el dolor, ya que será más difícil controlarlo. Deben evitarse las combinaciones de opiáceos y derivados ergotamínicos, y abstenerse del consumo masivo de analgésicos en general para evitar la cefalea secundaria a esto (cefalea por abuso de analgésicos). 
  4. Es preciso consultar con el médico o el farmacéutico la manera de tomar la medicación, ya que con algunos triptanes puede repetirse la toma dos horas después de la primera si no ha desaparecido el dolor (aunque no deben tomarse más de dos dosis en 24 horas). 
  5. Una vez tomada, hay que permanecer en reposo. Si es posible, es conveniente dormir, ya que el sueño disminuye el dolor. En caso de que el paciente no pueda conciliar el sueño, al menos debe tumbarse en una habitación oscura y silenciosa, hasta que la medicación comience a hacer efecto



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